La comparativa habla por sí sola: en 2019, la oferta de vivienda heredada era de 13,9% y este año en 2021, era de 17,8%.

Los herederos que ofertan vivienda para comprar son del 23% mientras que en alquiler son de 9,8%.

Los vendedores de vivienda heredada destacan por diferentes motivos: por motivos personales del 40%, de no tener problemas con el pago por alquiler del 28,3% y de no querer inquilinos que estropeen la vivienda 19,5%.

Las dificultades para la venta de la vivienda se distinguen en diferentes puntos: la labor de las agencia entre un 23%, la elevada cantidad de ofertas con un 17,5% y la disponibilidad de tiempo para enseñar la vivienda en un 15,6%.

La opinión de los herederos sobre el mercado inmobiliaria es fundamental y sostienen varias ideas cumbres para que el mercado de herencia sea un pilar muy sostenible. La idea de que el sentimiento de propiedad en España sigue muy interiorizada y es un medio de inversión muy rentable.

Por ello, el 58% sostiene que comprar una vivienda es una gran inversión para poder dejarla en herencia a los hijos. Al igual que la idea de burbuja inmobiliaria se desvanece entre los herederos.

La percepción de los precios, en opinión de los herederos, se sostiene en que se encuentra en un punto «caro» y que , por lo tanto, la demanda es más baja, pero sí que se encuentra algo más barato que en 2020.

La evolución del precio se estima que será creciente pero a largo plazo, lo que conllevará a la estabilización del mercado de compraventa de vivienda.

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