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Asúmalo: si quiere vender el piso tiene que rebajar su precio

Crece el número de anuncios de viviendas de segunda mano en los que el precio se abarata por el descenso de compraventa. Los propietarios empiezan a rebajar el precio de las viviendas que tienen a la venta. Un 15% de los anuncios publicados en el Portal Inmobiliario Idealista se abarató en el tercer trimestre de 2019. Un año antes era el 13%. .

Las compraventas entre particulares se resienten y los plazos para encontrar comprador se alargan. Toca ser realista ahora que algunas nubes se han instalado en el mercado de segunda mano y ya se escucha a algún agente inmobiliario comentar en petit comité que las cosas se van a poner algo más feas en los próximos meses y que es momento de ajustar precios. No les falta razón. Entre los meses de enero y agosto, el Instituto Nacional de Estadística ha contabilizado  la primera caída en cinco años.

Hay teléfonos que ya no suenan como antes; tampoco llegan tantas visitas. El miedo de algunos vendedores a quedarse colgados con la vivienda les está obligando a mover ficha. Acaba rebajando el precio de sus inmuebles para adecuarlos a la realidad del mercado inmobiliario actual. Se necesita más negociación, se queman en los portales inmobiliarios y no se encuentra comprador.

En los últimos cuatro años, al calor de la recuperación del mercado inmobiliario, son muchos los vendedores que han podido cerrar un buen trato, esto es, una venta con plusvalías. Pero la situación actual es muy distinta de la de hace unos pocos meses. Y aquella subida del precio de las casas de segunda mano queda muy lejos. En cuanto a los precios, la desaceleración es una realidad.

Los sueldos de los españoles son los que son. Esto es lo que pone límite a los encarecimientos.

En algún caso los propietarios han tenido que meter a fondo la tijera y recortar hasta el 40% del precio que habían fijado. En el argot inmobiliario se llaman “pisos dinosaurios”, porque llevan mucho tiempo sin venderse por tener precios fuera de mercado. En su caso, más centrado en el mercado del lujo, las ventas no se han resentido, aunque sí dice notar un mayor plazo para el cierre de las operaciones: de 60 a 65 días de media.

El ajuste de precios empezaba a ser necesario en el mercado inmobiliario. En los últimos cinco años se habían disparado y ahora se ha instalado una desaceleración que resulta lógica si no queremos alcanzar niveles similares a los previos a la crisis de 2008. El problema es que muchos particulares han comparado sus casas con las del vecino para fijar el precio. Y esto no siempre funciona. Lo más común es hacer un rastreo sobre los precios de las viviendas de superficies similares que se venden en la zona. Sin embargo, cada inmueble es un mundo y el importe también estará determinado por la distribución, instalaciones, calidades, iluminación o reformas realizadas, así como por el tipo de edificación y su conservación.

Que los precios se tengan que ajustar a una nueva situación del mercado no implica que vaya a haber un parón en las operaciones. El problema es que los particulares que venden por su cuenta suelen fijar el precio según criterios bastante subjetivos. En cambio, un profesional puede tardar unos pocos segundos en ofrecer una valoración objetiva, basada en los datos macroeconómicos, volumen de transacciones y características de la propiedad.

Para más información:

https://elpais.com/economia/2019/10/17/actualidad/1571328148_449058.html?ssm=FB_CC&fbclid=IwAR36tQdESQzrkMOZxumgnuUyi5PI6l45uK94OckWU51Lyt8ZLEoosdIZBzQ